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¿Quién es Miguel Tolentino?
Lúbrico lector,
lúdico profesor, lúgubre humor, indiscreto, observador y lúteo escritor.
¿El poeta escribe a ciegas?
Nop, yo creo que escribe a tuertas y
se cree rey.
¿Tu fuerte son los personajes del inframundo?
No lo había pensado así pero ahora que lo mencionas, si eso que dicen de
que “cada cabeza es un mundo” es verdad, entonces sí: mis personajes provienen
del inframundo.
¿La escritura es espacio de reflexión crítica?
Sip, me parece que escribir no es un asunto de
inspiración sino que parte de reflexionar y la reflexión como tal ya lleva
implícita una crítica.
¿Cómo maquinas tus cuentos
Forma No. 1
1.- Me embriago y espero a la musa de la
inspiración.
2.- En cuanto llega me la tiro.
3.- Me
despierto crudo y sol.
4.- Empiezo
a escribir para no sentirme tan
miserable.
Forma No. 2
1.- Me planto frente a la
hoja en blanco y le grito: ¡puta.
2.- Espero a que responda.
3.- Lo paso al Word y le
pongo mi firma.
*****
EQUIMOSIS
Nunca la había visto y de repente noté su presencia. Tengo
2 años viviendo en el mismo departamento y apenas la acabo de ver. Al principio
pensé que se trataba de humedad pero rápido descarté esa hipótesis debido a las condiciones en las que se
encontraba la pared; ésta era contigua al dormitorio y del otro lado no había
algo que provocara la humedad, además que el moho no es morado, si acaso un
poco rosa en las tortillas pero hasta ahí. Pensé en que tal vez la había
golpeado por error con algún mueble o algo, pero haciendo memoria, pos no y viéndola de cerca era más parecida a un descarapelamiento (en caso de que esta
palabra exista) y por si fuera poco no tengo ningún mueble morado, así que
intenté quitarla sin detenerme ya, a pensar que podía haberla ocasionado. Me
sentí como Washington en Canterville: intenté
con agua y jabón, cloro, solvente, pinol, vaya hasta con “easy of bam” y nada
la mancha seguía ahí, intacta, y no es que fuera una mancha grande y mucho
menos fea, era sólo que ahí estaba y yo no la quería ¡era una mancha! ¡¿y a ver
díganme quién carambas quiere una mancha?!
Las manchas se hicieron para manchar y/o para
quitarlas y como ya había manchado la honra de mi blanca pared opté por
quitarla, así que compré pintura y de unos rodillazos (con el rodillo no con la
rodilla) la tapé. ¡Ja! Faltaba más, ¡manchitas a mi!
Esa noche me
acosté en la sala viendo el lugar de la
pared donde había estado esa horrible mancha (si, aunque no lo crean llegué a
detestarla) pero bueno les decía me acosté frente a la pared hasta quedarme
dormido. Soñé que la pared se enfermaba y le salían más manchitas hasta llegar
a un cuadro de sarampión morado ( que es mortal, en mis sueños claro); mi pared
murió, le lloré y la enterré en un parednterio
que en realidad era un laberinto, ahí entendí, que los laberintos no son
más que puras paredes muertas, olvidadas
y sin epitafios. Al despertar lo primero que hice fue revisar la pared y ahí
estaba: blanca, estoica, nívea, límpida, libre de toda mancha.
En el trabajo recordé el sueño y me asaltaron los
temores de volver a casa y encontrar ese moretón exiguo en mi pared o lo que
parecía peor una pared amoratada y exangüe.
La mancha no apareció ese día ni los siguientes pero
no estaba tranquilo, tanto en las mañanas como al regresar del trabajo el
corazón se me acelera por el temor de encontrar otra (o la misma) mancha
morada.
Esta mañana mientras me afeitaba, vi en la esquina del
espejo una especie de ronchita violácea que nunca había visto.
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