Hermética contra natura
No ver las cosas me produce agonía.
No ver las cosas desierta mi idiotez.
No verte a ti, corazón
un soplo que sucede.
Olvidé mi histeria en el refri.
Olvidé desdecirme y me fascinó así el silencio.
Un número sale entre cada sílaba.
Un mapa sinsentido se ordena.
Parece ordinario seguir mi sombra,
cada palabra mía es el nervio de la carne.
Como si yo supiera qué es estar a tiempo
qué es dos moscas apareándose en el aire.
Igual la suerte es una sirena que desova alfileres.
Igual la suerte es una sirena que desova alfileres.
La tecnocracia puede ser útil:
evitar que escriba en primera persona
o me lave los ojos con lejía.
Eva Karen. 1990. León, Guanajuato
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